IGLESIA PARROQUIAL DE SAN PEDRO

 

La iglesia parroquial de Liesa, bajo la advocación de San Pedro, es un edificio comenzado a mediados del siglo XVII y terminado a  principio del siglo XIX. Está resuelto mediante planta basilical de tres naves. En su construcción se emplearon sillares de arenisca hasta las cornisas, aunque en las primeras hiladas los sillares son más grandes y están almohadillados.  

La entrada se realiza a través de un atrio en el que se encuentra la puerta enmarcada con arco de medio punto. Sobre el arco se encuentra una hornacina que contiene una imagen en arenisca de San Pedro.

 

 

En la fotografía se pueden apreciar los contrafuertes que refuerzan la nave central y apoyan sobre los arcos fajones de las naves laterales. También se aprecia la torre de dos cuerpos cúbicos, el primero que contiene el reloj (orientado hacia el este) y el segundo en el que se abren las ventanas del campanario. Un tercer cuerpo cilíndrico, coronado con cúpula acampanada,  sirve de remate y sostiene una pequeña campana y la veleta. Toda la torre está construida con ladrillo.

 

 

 

En el interior se disponen tres naves, orientadas en dirección este-oeste,  la central mucho más ancha que las laterales. La cabecera, visible en la foto, está flanqueada por una sacristía y una capilla, formando un conjunto sobreelevado ligeramente  del resto.  De forma simétrica, a los pies, se dispone un baptisterio y el arranque de la torre y su acceso. La nave central consta de tres tramos separados por grandes pilares cuadrados y está rematada con bóveda de lunetos; las naves laterales disponen de bóveda vaída y constan de  tres tramos, que se corresponden con otros tantos vanos, en los que se han instalado seis pequeñas capillas cada una de ellas bajo diferente advocación. El interior está absolutamente revestido de yeso excepto la parte inferior de algunos pilares que fue arrancada en los años 60. El coro, en alto y a los pies de la nave central, está forjado en madera.

En el interior pueden contemplarse algunos objetos de verdadero interés, además de las imágenes de las capillas,  una reproducción de la talla románica de la Virgen, robada en los 70 y una magnífica pila bautismal.

 

Nuestra iglesia parroquial tiene en estos momentos varios problemas graves que deberían solucionarse cuanto antes: filtraciones de agua de lluvia en el subsuelo y grietas en las naves laterales que amenazan con desprendimientos ocasionales. Es urgente una restauración del porche de entrada y una restauración del interior, fundamentalmente pilares y bóvedas laterales.

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