OBJETOS LITÚRGICOS - ORFEBRERÍA

 

 
Relicario

RELICARIO

Tópico pero cierto: es nuestra seña de identidad, sobre todo porque las llamadas "reliquias" son el motivo fundamental de las fiestas mayores del pueblo desde tiempo inmemorial y que, en torno a ellas, se ha tejido una leyenda que invita a respetarlas y a valorarlas tal como hicieron nuestros antepasados.

Por otra parte el objeto es magnífico en su factura. Se trata de una pieza identificada por Antonio Naval como pxide-ostensorio, que ha perdido el ostensorio con el viril, es decir que se suprimió su carácter de custodia para convertirla en relicario. Está confeccionada en plata dorada, calada y cincelada, a la que se han añadido relieves y bustos. Es posible que sea una pieza confeccionada en el siglo XVI o quizá en el anterior.

CUSTODIA

Pieza de aleación metálica no identificada con seguridad. Posee un grandilocuente ostensorio estrellado y un viril de factura precisa. Su base y cuerpo están decorados  a punzón con filigranas geométricas. Puede pertenecer al siglo XVII o al XVIII.

 

CRISMERAS

Se trata de un precioso objeto por su interés documental. Contenían los óleos que, entre otros ritos, se empleaban en los bautizos. Están confeccionadas en plata calada y cincelada y pertenecen sin duda al siglo XVI, en concreto al año 1561, tal como consta en la fecha incisa en un costado. El crucifijo, no visible completamente en la imagen, es un añadido posterior.

 

CUANDO LOS DATOS CUADRAN

Transcurría el año 1560, en concreto el día 4 de septiembre, cuando el Dr. Vitales (natural de Alberuela de Laliena), Provisor del obispo de Huesaca, D. Pedro de Agustín y Albanel, realiza una visita de inspección a Liesa. Se trata de una visita rutinaria y sistemática a todas las parroquias dependientes de la diócesis de Huesca; ese mismo día ha visitado Velillas. En el Libro de Visitas se anota el inventario de bienes de la parroquia así como  todas aquellas necesidades observadas para la satisfactoria realización del culto; estas últimas se encargan a los responsables del lugar bajo amenaza de multas concretas si no se realizan en un plazo determinado. Respecto a Liesa, en el citado Libro de Visitas puede leerse: "Lo que mandó hazer en la yglesia de St. Pedro (se refiere a la iglesia ahora en ruinas) es lo siguiente: ... y se mude la escalera del coro por la parte por donde más cómodamente se pudiere hazer por quanto impide a la lumbre del altar; y se hagan puertas en la yglesia y un cobertizo a la puerta, que no sea muy grande, y esto dentro de un anno, so pena de doscientos sueldos; y unas crismeras de plata, dentro el mesmo tiempo; y dos vidrieras ...

Está claro, y la imagen lo atestigua, que los aludidos con la multa recogieron la indirecta y se apresuraron a cumplir la orden, ya que las crismeras existen y llevan la fecha de 1561, para que no quede duda.

Texto y datos extraídos del libro Viaje por pueblos oscenses de Jesús Conte Oliveros.

 

CRUZ PROCESIONAL

Cruz procesional en plata calada y cincelada sin punzón. Catalogada por Antonio Naval como "buena pieza", quizá fabricada en el siglo XVI, se puede decir que es un objeto de identidad para toda la gente de Liesa. Su silueta es inconfundible, a pesar de existir tantas cruces procesionales en nuestra provincia, y es que hay que tener en cuenta que la cruz procesional es el objeto mas ostentado y evidente en ceremonias religiosas y procesiones, algo que permanece en el recuerdo, sobre todo si la has visto desde la más tierna infancia.

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